Otra vez en pie las JJLL de asturiAs

COMUNICADO DE PRESENTACIÓN

Las Juventudes Libertarias de Asturias nacen con el propósito de construir un mundo nuevo y mejor, un mundo que no solo creemos que es posible, también creemos que es necesario.1689160_814530728690784_4397416677540346226_n

El anarquismo es probablemente la ideología en torno a la cual ha habido más desinformación y equívocos a la hora de describirla. No queremos hacer el caos, el mundo actual ya es bastante caótico de por sí. Nuestra lucha es por una sociedad autogestionada, horizontal, sin amos ni esclavos, y libre de prejuicios e ideas preconcebidas. La alternativa de conformarse con lo establecido y seguir pensando que un «capitalismo de rostro humano» es posible está abocada al fracaso y la autodestrucción. Nosotros no pretendemos reformar el capitalismo (un sistema que en esencia está podrido), nuestro objetivo es destruirlo y, una vez destruido, construir una sociedad nueva desde los cimientos. Nuestro horizonte no es ninguna «utopía» ni ningún «bello ideal». La posibilidad de realizarlo está en tus manos. Tú haces funcionar el mundo actual, y solo tú lo puedes cambiar.

Actualmente la gente ve la política como una esfera aislada de sus vidas cotidianas, como algo demasiado complicado que solo entienden intelectuales, altos funcionarios y profesionales de la política. La realidad es todo lo contrario. La política no es ninguna profesión; está presente en todos y cada uno de nosotros, en nuestro día a día, en cada decisión que tomamos y en cada acción que llevamos a cabo. Cada individuo tiene, más o menos interiorizada, una ideología. Es fruto del contacto espontáneo con el mundo, y forma parte de cada persona tanto como sus propios ojos. Definir esta ideología conlleva definir quién eres, por qué haces lo que haces y por qué piensas lo que piensas. Nosotros luchamos contra el sistema y contra lo que del sistema tenemos interiorizado.

Nuestras líneas de acción son:

– Contra el Estado y el Capital. El capitalismo es un sistema político y económico en el que la clase dominante propietaria de las tierras y los medios de producción explota y humilla a la clase trabajadora, explícitamente a través de la represión o implícitamente a través de la propaganda y el espectáculo. El capitalismo, además, no puede funcionar sin un Estado que defienda jurídica y policialmente la propiedad privada. El Estado es, por tanto, la herramienta de dominación de una clase sobre otra. No es el producto de un contrato social con el que todos estamos de acuerdo y que, por otro lado, jamás existió. El monopolio de la seguridad, los enemigos externos (reales o ficticios) y la soberanía de sus ciudadanos, bien alienados y manipulados, justifican su existencia. No vemos que empresas y Estado sean polos opuestos que se llevan la contraria, sino que más bien se complementan perfectamente y, de hecho, siempre acaban haciéndose evidentes las íntimas relaciones que hay entre las élites políticas y económicas. Mientras existan estas estructuras de opresión y dominación, ya sea por parte de las empresas, del Estado o de ambos, seguirá habiendo miseria, corrupción y crisis cíclicas que, aunque consigamos superar (que ya es mucho suponer), acabarán retornando, recayendo sobre los de siempre y agudizándose con el tiempo.

Por otra parte, hemos aprendido de la experiencia histórica que cualquier intento de construir un «Estado proletario» es un despropósito. El Estado y las empresas estatales jamás serán controladas por la clase trabajadora, sino por una clase parasitaria de burócratas, altos funcionarios y dirigentes políticos que nada tienen que ver con los trabajadores y que tarde o temprano acabarán traicionando a sus intereses. La centralización del poder en unos pocos solo puede desembocar en capitalismo de Estado.

Ni burgueses ni burócratas, han de ser los propios trabajadores, organizados y concienciados, los dueños de su trabajo.

– Contra el fascismo. Concebimos el fascismo, la unión cooperativa de las empresas y el Estado, como la forma más pura y violenta de capitalismo. El discurso fascista es un discurso interclasista que niega la lucha de clases y que une a los trabajadores y a sus explotadores bajo una misma bandera (la de la nación) y los posiciona contra un enemigo común. Muchas veces si este enemigo no existe, se le crea, se le financia y se le entrena para que pase a ser un peligro real. El fascismo no es cosa del pasado, está muy presente en nuestra sociedad y puede adoptar diversas formas.

– Contra el racismo. La cultura no va en los genes. Se aprende y se construye en vida. La interculturalidad no es un fenómeno nuevo, es algo tan viejo como las propias sociedades humanas. Las fronteras, los muros y las alambradas no van a poder cambiar esta lógica humana (nunca lo han conseguido), pero sí las condiciones en las que se produce. Nosotros rechazamos completamente las ideas de nación y de raza, que no la de cultura. Defendemos que la riqueza se halla en la diversidad, y en absoluto buscamos construir un mundo monocultural y uniforme.

– Contra el patriarcado. El patriarcado es un sistema que lleva miles de años vigente en nuestra sociedad, y la ideología que lo mantiene y lo perpetúa es el machismo. Siglos de opresión y dominación han hecho que esta ideología esté muy interiorizada en la mente de las personas, y para deconstruirla requiere de un gran esfuerzo personal. Es por ello por lo que vemos que el feminismo es completamente necesario. El machismo es un mal que afecta a toda la sociedad, pero especialmente a las mujeres. El patriarcado atribuye distintos roles de género a hombres y mujeres. Estos roles colocan a la mujer en una posición de inferioridad, debilidad y marginalidad con respecto al hombre. Por un lado, se mercantiliza su cuerpo en la publicidad y se le imponen cánones de belleza. Por el otro, cumple una función vital dentro del capitalismo con las «labores de casa», que permiten que el hombre pueda ir a trabajar mientras la mujer cuida de los hijos, prepara la comida y mantiene la casa limpia. Por último, cabe destacar la diferencia entre el género (un constructo social) y el sexo (una condición biológica).

Si estás de acuerdo con estos principios, no dudes en acudir a la primera asamblea el viernes 15 de abril en Oviedo en calle Ricardo Montes Nº37 bajo, a las 20:30.

La libertad nunca será dada por el opresor sino que debe ser tomada por los oprimidos