Todas las entradas de: periodico asturies

Asturies Nº 10

Pues descargalu equi:  Asturies10

N’esti numberu:

  • Hora de pasar a la ofensiva
  • Quieren acabar con Xixón
  • L’exemplu de Capgemini
  • Conflicto en la Compañía Minera Asturleonesa
  • El futuro de Gijón
  • La cuestión femenina: género y precariedad en el mercado laboral
  • ¿El urbanismo del cambio? Concejales, policías y especuladores
  • Campaña #HosteleriaDigna en Asturias

Puta vida

Fai un fríu de la hostia y mientres vas a trabayar atopeste con una noticia nel periódicu: por fin un alcuerdu sobro’l salariu mínimu interprofesional. Col laude del gobiernu, la patronal, UXT y CCOO el SMI va aumentar un 4% en 2018. ¡Un 4%! ¡Qué arrogancia! Los 707,6 euros mensuales actuales van convertirse en 735,9 -en 14 pagues-. Seguir leyendo Puta vida

FUCOMI

Algunos de los alumnos de la Escuela Taller Santa Bárbara de Fucomi queremos hacer llegar a todo el público nuestra preocupación por la mala gestión que al menos nosotros hemos sufrido este año, tanto por parte de Fucomi como del Principado.
Como la mayoría sabréis, este tipo de cursos son subvencionados y al principio, cuando estás en la etapa formativa, te proporcionan una “beca para transporte”, ¿y por qué lo ponemos entre comillas? Porque nosotros recibimos esta beca al finalizar la etapa formativa, cosa que vemos sin sentido. Seguir leyendo FUCOMI

Charramos con Aquelarre, espaciu feminista radical

P-¿Cómo y d’onde surde Acción Aquelarre y qu’oxetivos tien?
R-Acción Aquelarre surdió por un grupu de muyeres de la cuenca que reparamos que nesta zona les asociaciones feministes llevaben unes llínees burgueses y lliberales y vimonos na obligación de crear un espaciu femisnista radical. El nuesu oxetivu ye dar visibilidá a toles formes de machismu dende un puntu de vista combativu, realizando acciones a pie de cai y defendiendo la autoorganización de les muyeres. Seguir leyendo Charramos con Aquelarre, espaciu feminista radical

El consumo que nos consume

Sea Navidad o Verano, el mercado nos quiere sumisos, aislados y pasando por caja.

En el siglo XIX, los anarquistas construyeron un discurso sólido y combativo frente a la religión, el arma que todavía se usaba para distraer y someter a los trabajadores. Hoy, al menos en Europa, la iglesia sólo se pisa en bodas, bautizos y comuniones; y los crucifijos van desapareciendo de casi todas las paredes. Pero creer que somos libres sería tan absurdo como entonces: seguimos sin ser dueños de nuestras vidas. Cómo nos vestimos, cómo nos divertimos, hasta nuestros sueños y aspiraciones, todo ha sido trazado en algún oscuro despacho como parte de un estudio de mercado, pero también, de un sutil control social. Le pese a quien le pese (más a ti y a mí) todavía vivimos en una sociedad de clases, bajo el yugo de un sistema capitalista que aún nos exprime día a día. Seguir leyendo El consumo que nos consume