“Si Florentino Pérez es el dueño del Real Madrid es por algo”
Siento tener que decir esto. Deploro la pose de pesimismo intelectual, pero si el verdadero problema de este país fuera la corrupción, los medios de comunicación no nos tendrían tan informadas sobre ello. No es la corrupción, es la legalidad la que atenaza kafkianamente al pueblo. Las ladillas no son el problema, el problema es la enfermedad previa de la genitalidad española. Lo robado por las pantojillas políticas es calderilla, cortina de humo mediática que nos hace olvidar uno de las mayores barbaries del sentido común. El problema no es ni Villa, ni Blesa, ni la trama del agua con noches de balneario.
Qué son el 1,5 millón de euros de Villa, o los 75 de Bankia de las tarjetas negras, o los sobres de 3000 euros. Nada. El verdadero cáncer cursa con 5000 millones de euros que es lo que tiene que pagar el Estado español a ACS de Florentino Pérez bajo el concepto de lucro cesante por la obra del depósito de gas submarino del llamado “Proyecto Castor” en la costa de Vinarós en Castellon. Obra además paralizada tras haber provocado 500 temblores de tierra en la zona, algunos de ellos de más de cuatro puntos en la escala Richter. Miguel Sebastián, ministro de Industria con Zapatero, concedió a Florentino añadir una cláusula en el Real Decreto 885/2008 que obliga al Estado a indemnizar a la constructora incluso en caso de dolo o negligencia. En ninguna otra concesión de almacén de gas como las de Yela, Gaviota o Serrablo hay cláusulas semejantes. Y hasta el minisitro popular José Manuel Soria intentó eliminar la cláusula, pero el Tribunal Supremo rechazó la petición en octubre de 2013. Semejante pago, equivalente casi al presupuesto del ministerio de Educación, lo generarán los consumidores en el recibo del gas durante los próximos 30 años. BBVA, Santander y Caixabank adelantan el dinero a cambio de cederles los derechos de cobro de esos recibos.
Fascinante artimaña legal fue fruto de la consultora Intermoney Energía contratada por ACS en el 2007. Intermoney fue la cantera de altos cargos de los gobiernos de Zapatero. Entre los más conocidos destacan, obviamente, el citado ministro Sebastián y el exsecretario de Estado de Economía David Vergara.
Este cambalache legal a golpe de reales decretos, consultoras, puertas giratorias, lucros cesantes y compra de minisitros, esta sofistificación tan propia del capitalismo financiero provoca que lleguemos a añorar la lógica bien entendible del viejo capitalismo productivo, ya sabes, aquel clásico de explotar a la clase trabajadora, aquéllo de la sencilla plusvalía sin más. La demencial imaginación de los think tank economistas y legales no tiene límite.
Hay quienes tienen últimamente la sensación de que nuestros jueces y juezas son independientes y hasta cierto punto heroicos. E incluso alguno de ellos se lo creerá, se creerá que existe la justicia y que está luchando contra los malos. Ya. Cuánta ingenuidad nos está inundando. Cuánta. La fiscalía anticorrupción desenmascara pequeñas corruptelas a lo Bárcenas, pero el Supremo permite que el genocida geológico Florentino Pérez no robe además durante 30 años. Le pagamos por provocarnos 500 terremotos. Y de paso la pobreza energética aumenta, no sólo vía electricidad sino también vía gas. Cada vez nos duele más el invierno.
Nunca ha existido el liberalimo ni el neoliberalismo. Nunca. Siempre el Estado ha tenido que proteger y socorrer al capitalismo, siempre. Siempre el Estado ha elaborado las leyes reproductivas, sanitarias y educativas que necesitaba el Capital. Siempre. Siempre ha pagado las infraestructuras exigidas por el Capital. Siempre. Siempre ha diseñado las reformas laborales más aptas para las necesidades del mercado capitalista, con más o menos keynesianismos. Y los Estados siempre se han metido en las guerras que el Capital ha querido. El capitalismo es el padre filicida y maltratador y el Estado es la madre alienada y servil a su marido que acaba siempre por maltratarar a sus hijas e hijas porque tiene un enganche emocional y material de su marido que no solo la impide proteger a sus criaturas, sino que también la anima a maltratarlos según las exigencias del rey de la casa. Es por ello que muchas soñamos con emanciparnos de semejante hogar y no nos engatusa la bipolaridad de la madre.
Y si algún Estado bienintencionado intenta frenar este servilismo, ah… Paliza a la madre, es decir, golpe de Estado mediático, en el mejor de los casos. Es la prensa, la maldita prensa la que vigila que la mamá no se pase de lista y le dé dos hostias al papá. Si las quintas, las cuartas y las sextas, si los países, los mundos y las nuevas españas denunciaran lo que tienen que denunciar se quedarían sin su gran fuente de ingresos. Por eso necesitamos prensa libre. Sencilla y directa.
La constante cantinela de la corrupción de las ladillas del PP y el PSOE es Salsa Rosa. Es sensacionalismo porque es causar sensación en vez de intelección. Una Unión Temporal de Empresas de la construcción españolas donde vuelve a aparecer Florentino Pérez con ACS consiguió en su día la obra de ampliación nada más y nada menos que del canal de Panamá. Y al estilo de las obras asturianas, el presupuesto fue mucho más alto que el firmado. Y como estaban avalados por el Estado Español, adivinad quién tiene que pagar ese sobrecoste de la obra del canal de Panamá. ¿Quién tiene que pagar el sobrecoste de la que es posiblemente la obra más grande del mundo? Sí, eso es, tú y yo. Otra vez.
Desde luego lo de la Pantoja, Urdangarín, Villa, Riopedre, Ester Díaz, Monago, Bankia y demás familia es no sólo de calderilla, sino, lo que es peor, cortina de humo mediática que nos hace olvidar que en los que a los dineros del Estado se refiere, el problema no es la corrupción sino la legalidad. Pagar sobrecostes de obras en Panamá o indemnizar a las grandes empresas bajo el concepto del lucro cesante es perfectamente legal y es la nueva arma del capitalismo financiero, más protegido por mamá Estado que nunca. Es el lucro cesante, apréndelo, la nueva tendencia financiera que te va a afectar como ni te imaginas, es el nuevo proteccionismo de Estado. Proteccionismo de las empresas del Ibex 35.
Y si Florentino Pérez es el dueño del Real Madrid es por algo. Por enmascarar su verdadera identidad, por comprar con circo y ya sin ni siquiera gastar en pan a todos los mongolos del país: “!Ala, Madrid, Ala Madrid, el equipo del gobierno, la vergüenza del país!”. Cierto es. Nunca una canción fue tan profética. Por tanto, si Carlos Slim ha comprado el Real Oviedo, que tiemble la tierra Astur. Ojala me equivoque, pero los nerones entretienen a la plebe con circos futboleros que les limpian la imagen mientras esclavizan tierras y pueblos. Posiblemente Slim pretenda colarnos un fracking con lucro cesante y ya se va lavando la imagen con el fútbol. Y La Nueva España ya le va lamiendo el culo.
Por comprar con circo y sin gastar en pan, compensa tener un equipo de fútbol.
Hurdana.