Ankara: 126 asesinados/as
Cizre: 23 asesinados/as
Suruç: 33 asesinados/as
La lista sigue hasta completar los, al menos, 226 civiles asesinados durante los últimos dos meses en Turquía debido a “operaciones militares” y atentados sin esclarecer. Un reguero de sangre donde la masacre del 10 de Octubre en Ankara es el último capítulo de una serie de crímenes de los que el estado turco es directo responsable. En Turquía cualquier mínima oposición al gobierno es calificada de terrorista justificándose así cualquier asesinato. El mismo día del atentado, una gran manifestación con el lema “Contra el terrorismo de Estado” gritaba en las calles de Estambul “¡Erdogan asesino!” mientras los sindicatos convocaban dos días de huelga en protesta. Desde que el gobierno turco rompió el proceso de paz, y como respuesta al terrorismo de estado emprendido por él dentro de sus propias fronteras, más de una decena de pueblos de mayoría kurda en el este del país se han enfrentado a las fuerzas del gobierno levantando barricadas en las calles y declarándose en autonomía y resistencia frente a la autoridad turca en sintonía con lo que han hecho sus compañeros en el Norte de Siria con los cantones autónomos de Rojava. Todo ello bajo la fórmula del Confederalismo Democrático antítesis de la Turquía neo-otomana de la que Erdogan quiere erigirse sultán.